
06 Jul EL SÍNDROME DE ABSTINENCIA
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EL SÍNDROME DE ABSTINENCIA:
Es la respuesta del organismo cuando la persona deja de consumir una sustancia, o cesa en la acción de un comportamiento compulsivo (apuestas), a la que había desarrollado tolerancia y dependencia. La ausencia de ese estímulo artificial, al cual el cerebro y el organismo se habían acostumbrado, desencadena reacciones neuroquímicas. Estas se traducen en síntomas incómodos, desagradables, y más o menos riesgosos para la vida de la persona.
El objetivo del tratamiento médico para calmar el síndrome de abstinencia es controlar la neurona excitabilidad que se produce al dejar de consumir. Para ello, y dependiendo de cada sustancia o conducta compulsiva, los equipos médicos pueden administrar fármacos agonistas (que actúan sobre los receptores neuronales de la sustancia: pastillas de nicotina). Y otros medicamentos, como benzodiacepinas, sedantes, neurolépticos, anticonvulsivantes, entre otros.
La variación del tipo de síntomas y su intensidad, así como su peligrosidad, dependerá del tipo de sustancia, de las características de la persona, del grado de adicción, entre otros. Pero lo claro es que este cuadro clínico, al que popularmente se conoce como “mono”, conforma uno de los principales obstáculos para que una persona adicta que se ha dado cuenta de su problema, se atreva a dejar el consumo. Incluso, para que decida ingresar en un tratamiento.
¿Por qué se produce Síndrome de Abstinencia?
El consumo de una sustancia con poder adictivo genera tolerancia en el organismo: necesidad de aumentar la dosis para conseguir el mismo efecto y, en consecuencia, dependencia a la sustancia o comportamiento (apuestas, sexo, comida…).
Cuando se deja de consumir la sustancia, las moléculas de este químico (o las de los químicos propios del organismo que una conducta como las apuestas liberan) dejan de ocupar un sitio en los receptores neuronales del sistema nervioso. Esto provoca reacciones química-fisiológicas, que se traduce en el síndrome de abstinencia. Si bien estas reacciones no ocurren con todas las sustancias, sí es una posibilidad, incluso grave, con algunas de ellas.
¿Qué tienen las drogas para producir estos cuadros desagradables?
Todo depende de la neurofisiología, de cómo actúa la sustancia en el sistema nervioso. Al consumirlas, las drogas ocupan, artificialmente, receptores neuronales en el cerebro, estimulando su actividad de alguna manera. Esto altera el funcionamiento natural de los circuitos neuronales.
Por ejemplo, una sustancia (como la cocaína) puede liberar neurotransmisores y bloquear su recaptación en la sinapsis neuronal (el espacio en el que se comunican las neuronas), lo cual sería el curso natural de esos neurotransmisores. Pero al bloquear la droga y la recaptación, estos se acumulan y, consecuentemente, potencian su efecto. Es decir, la mayor disponibilidad de neurotransmisores potencia el efecto natural que tienen (excitación, relajación, alegría…). Esto es lo que la persona consumidora busca y percibe como positivo.
El punto es que, con el tiempo, el cerebro se acostumbra a funcionar así, se produce una neuroadaptación al consumo. Entonces, cuando una persona deja de consumir de golpe, ese vacío, la ausencia de la sustancia o el estímulo, provoca cambios. El cerebro queda totalmente descoordinado y, por tanto, aparecen los síntomas del síndrome de abstinencia.
¿De qué depende la duración del síndrome de abstinencia?
La duración del síndrome de abstinencia varía siempre según el tipo de adicción que sufre la persona. Por otra parte, hay sustancias que producen dos etapas del SA: una más precoz y otra más tardía. Esto va a depender de la sustancia.
Por tanto, es difícil hablar de forma general del síndrome de abstinencia…
Es obligatorio hacer diferencias. Por ejemplo, nada tiene que ver el síndrome de abstinencia de las benzodiacepinas o hipnosedantes con el cuadro que genera la nicotina.
Actualmente, hay más de mil sustancias controladas por la Unión Europea, de las cuales se ha detectado un uso recreativo. Muchas de esas sustancias no generan tolerancia y dependencia. Esto no quiere decir que quien las consuma no pueda intoxicarse o experimentar alguna reacción grave.
Por tanto, frente a la atención clínica, siempre hay que detectar qué sustancias ha consumido la persona. Incluso en ocasiones puede encontrarse la superposición de síndromes de abstinencia, porque ha consumido varias sustancias, ya sea en un momento puntual o porque lo hace de forma habitual.
¿Cuáles son los casos más habituales de superposición de síndromes de abstinencia?
Las superposiciones más frecuentes en la práctica clínica son:
- Los hipnosedantes (benzodiacepinas) con el alcohol.
- El alcohol con la cocaína.
- Los opiáceos con hipnosedantes (benzodiacepinas).
- La nicotina con cualquiera de las sustancias anteriores.
Los síndromes de abstinencia que derivan del consumo de varias sustancias son más complicados de manejar clínicamente. Como consecuencia, se puede agravar el cuadro clínico.



