EL RETO DE DEJAR LA ADICCIÓN

El reto de dejar la adicción.

 

“El verdadero éxito no es posible a menos que seas responsable y vivas todo revés como una oportunidad de mejorar y aprender.”

Y la noche se alargó como era ya de forma habitual. Las juergas,  iban de tres, en tres días, con sus noches.

Pero en aquella ocasión acabé reventado y volví a casa de mi madre, la única que ya me abría la puerta -necesito ayuda búscame algún sitio donde acudir yo solo no puedo- me rompí.

Aquel problemilla había ido avanzando sin que nadie se diese cuenta durante más de una década. Pero ya en los últimos dos años  todo el mundo se dio cuenta, todo aquel que merodeaba sabia lo que me pasaba. Ya no se podía ocultar más.

Y entonces fue cuando mi familia me dio el empujón de acudir a alguna terapia, solo probar me decían.

Así vive mucha gente, pero a algunos les pasan factura y a otros no. Porque la adicción es una enfermedad reconocida mundialmente que tiene un claro componente genético. Sin saberlo, y aunque creas controlar la situación y tengas una personalidad formada y adulta, tus genes te pueden hacer más vulnerable a generar una adicción que a otra parte de la población que no tenga ese componente genético.

El consumo se convierte en tu única meta del día. La diversión, deja de ser diversión y sin que sepas por qué, hasta que es demasiado tarde. Y entonces empiezas a vivir como nunca habrías querido vivir: consumo tras consumo, noche y día, caída tras caída, resaca tras resaca. Y te introduces en ambientes donde nunca habrías pensado estar que te hacen hundirte si cabe aún más.

La adicción te lleva incluso a acompañar a tu proveedor que puede ser el camarero, el camello, el del salón de juegos, el médico o acudir a las urgencias para que te provean de tus sustancias…

Nunca entenderé por que se dice alcohol y drogas

Con el tiempo te vas dando cuenta del daño que haces a todos los de tu alrededor, incluso asegurado, poniendo en peligro sus vidas. Conduciendo drogado y borracho (droga igualmente, y encima la peor de todas, que nunca entenderé por que se dice alcohol y drogas, ah sí!! porque el alcohol está socialmente aceptado y genera muchos ingresos económicos…) Cogiendo a tus hijos en estado de embriaguez o todo colocado …Y como no. Tu propia vida.

Cuando empiezas la terapia te harán muchas preguntas y te harás muchas preguntas ¿has matado a alguien? No. Bueno eso no se sabe, no te acuerdas de lo que has hecho el día anterior, entonces te empiezas a dar cuenta del alcance de los tus actos.

No hay freno de mano como en el resto de los mortales.

Cuando estás tan enfermo, por ello mismo, eres incapaz de verlo. Porque por la adicción te comportas como nunca lo habrías hecho. No importa nada ni nadie, solo la satisfacción inmediata de consumir. Tú mismo te destrozas la vida y lo sabes, pero el deseo de consumo te gana. Algo irrazonable. Pero es porque las adicciones dañan los circuitos cerebrales de recompensa inmediata del cerebro. +

El victimismo

Además, otro de los sentimientos habituales del adicto, precisamente, no es solo el de la culpa, sino el opuesto: el victimismo, para así poder seguir consumiendo. Culpar a los demás viene bien, y en general, en concreto a alguien o a algo (rollo, excusa) para poder escapar e irte a consumir. Culpabilizar al otro es el mecanismo habitual del adicto y se convierte en patológico, al igual que el mentir. Has mentido tanto durante tus consumos que se ha integrado en tu forma de ser, mientes por cualquier tontería. Incluso si te preguntan si te has lavado los dientes (no te los has lavado, pero automáticamente te sale decir si). Porque es culpa de la enfermedad, de su propio mecanismo que cambia el cerebro, por ello también se llama la enfermedad del autoengaño.

Pero en realidad solo hay una culpa, y la culpa es la enfermedad de la adicción.

Y ahora es tu responsabilidad ponerte en tratamiento.

Y cuando te dicen en tu primera terapia que tú no eres culpable de todo lo que has hecho, te quitas el mayor peso de encima que te puedas imaginar. Pero lo tienes que creer y sentir. Tiene que pasar del cerebro al estómago (trayecto aparentemente corto pero largo en el proceso de rehabilitación de las adicciones). Te libera tanto el alma que entras en acción con el tratamiento de rehabilitación. Porque es culpa de la enfermedad, de su propio mecanismo que cambia el cerebro.

Solo cuando no dudas en decir que NO a las drogas, con rotundidad y sin desprecio ni aprecio sobre la droga, es cuando puedes realmente decir que te estás recuperando.

Y entonces sigues con el veredicto de no culpable. Pero cuando ya estás en tratamiento, y sabes el mecanismo de acción de la enfermedad de la adicción, continúas siendo no culpable, pero sí responsable de tus actos.

 

 

 

Compartir en:
Sandra
Sandratejedor1973@gmail.com